"Desde
que éramos infantiles, cuando no había las facilidades para acceder a la
información que hay hoy, desde fuera de Málaga, ya llegaba el rumor de que había un
jugador en Maristas, que era buenísimo, buenos eran todos.
Era
un año mayor que yo y al menos me faltaba un año para sufrirlo.
Cuando
lo vi jugar, en un sector (Actuales CADEBA) de cadetes en Granada entendí los
rumores y comprobé que eran ciertos.
Es,
posiblemente, el mejor jugador andaluz de SIEMPRE, y uno de los mejores de
España, listo como él sólo, rápido y dominador de los conceptos más básicos de
nuestro deporte. Siempre que escucho eso de “el momento de pase” me acuerdo de
él.
Antonio
Carlos Ortega, una gran persona, jugador y entrenador que ha sacado un ratito
de su tiempo para contarnos como empezó en esto del balonmano.
Hoy,
con dos carreras y un Máster, entrena al Kolding danés y acaba de conseguir la
medalla de bronce de Asia como seleccionador de Japón."
Sobre
él:
21 temporadas como jugador profesional (Maristas de Málaga y FC. Barcelona)
21 temporadas como jugador profesional (Maristas de Málaga y FC. Barcelona)
41 títulos como jugador con el FC. Barcelona
147 veces internacional con España
Entrenador de máximo nivel desde el año 2005
Medalla
de plata del Mérito deportivo de España
Deportista
del Año 2008 en Málaga
Deportista
del Año en Andalucía 2000
Premios Diario Sur "Malagueño
del año". Apartado Deportivo año 2000
Estrella en el Boulevard de la Fama del
Deporte en Málaga
Yo
empecé a jugar a balonmano a la edad de 8 años en un torneo dentro del colegio,
mi colegio de toda la vida HH. Maristas.
Recuerdo
que el responsable de balonmano del colegio por entonces Rafael Mesa fue clase
por clase explicando, con una pasión que aún recuerdo, lo que era el balonmano
y que en breve se celebraría un mundial en el que España participaba. Asimismo
animaba a todo el mundo a apuntarse a un torneo interno de balonmano.
A mi
me llamó mucho la atención la pasión y la energía con la que daba su
explicación, pero lo que de verdad me llevó a apuntarme a dicho torneo, en un
principio, fue el hecho de que todos mis amigos se apuntaron.
A
partir de entonces, el balonmano, se convirtió, sin darme cuenta, en mi vida.
Inicialmente sin tomármelo, ni mucho menos, como forma de vida. Los estudios siempre
estuvieron por delante, ya se encargaban mis padres de ello, pero si como
estilo de vida, mi equipo era la extensión de mi familia y los años de base son
los años que sin duda recuerdo con más cariño, pese que los años como
profesional no me fueron nada mal.
Con
el equipo del colegio conseguimos y compartimos logros, vivencias y valores que
nunca nadie hubiera podido pensar en un club de colegio.
La
gran mayoría de mis amigos de siempre forman parte de aquellos años de infancia
y adolescencia.
Joaquín Zafra para CBMM