Actualmente tengo
el placer de entrenar a dos equipos femeninos de balonmano en el Club Balonmano
Málaga; uno es de categoría alevín y otro infantil. Pues bien, el primer día de
entrenamiento de esta temporada reuní a las jugadoras en la pista para iniciar
la primera charla de iniciación, cuando observé como varios chicos de la misma
edad, que ya estaban entrenando justo al lado, las miraban expectantes, por lo
que atendí a su sorpresa con gesto interrogativo, entonces, uno de ellos me dijo:
¿ellas son las animadoras? Jajajaja. Me quedé perpleja; no sabía si reír o
enfadarme, pero ante todo soy educadora y realmente el chaval me lo preguntó de
verdad, sin ánimos de ofender, o al menos eso quiero creer… Así que le
respondí: no; son jugadoras de balonmano como tú. Después echamos un partido y
lo compruebas.
Hablé con el
entrenador masculino, le conté lo ocurrido y le propuse jugar, a lo que accedió
gustosamente. El encuentro estuvo muy disputado, pero finalmente ganaron las
animadoras!! Las chicas lucharon de igual a igual y demostraron saber jugar a
balonmano, como los chicos.
Es una anécdota
más, de las muchas que vivo ahora en mi faceta de entrenadora, que me demuestra
lo lejos que seguimos estando mujeres y hombres en el deporte…
Y digo de las muchas
porque puedo relatar muchas más: “lanzas a puerta como una niña”, “jajajaja te
ha ganado una niña”, “esa niña parece un niño jugando”.
Además de otros
comentarios referidos al cuerpo femenino y que no sufren los hombres: “vaya
tetas”, “vaya culo”, “15, que buena estás”.
Estos comentarios
están normalizados en la sociedad y, por tanto, en el deporte. Y lejos de ser
recriminados, son objeto de risas entre el público. Coletillas sobre cómo nos
queda la equipación, si se nos ve algo, si somos guapas o feas, si estamos
gordas o flacas, son nuestro día a día.
Pero además de los
comentarios, estamos lejos en otras facetas deportivas. Las herramientas del
juego, por ejemplo. Las chicas juegan a balonmano con un balón enorme!! No se
adecua a sus características físicas biológicas. Las mujeres tenemos las manos
más pequeñas que los hombres, generalmente, con lo que para que exista
igualdad, deben respetarse las diferencias reales.
Os lo demuestro
claramente en un ejemplo de mi actividad actual. Mis equipos alevín e infantil
usan balones de talla 0 y 1 respectivamente; tallas idénticas a las de los
chicos de la misma categoría. No puede ser!! Esta es una de las razones por la
que mis jugadoras no agarran bien el balón, lo cual condiciona sus
lanzamientos; no son fuertes ni van bien dirigidos.
Otro aspecto
sexista es el de las técnicas o entrenadoras en los banquillos de los equipos.
Vemos mujeres que llevan equipos de base femeninos, pero muy pocas masculinos.
Y si vemos hombres que dirigen equipos de base femeninos. Pero lo que nunca
vemos son mujeres a cargo de equipos profesionales masculino, y mucho menos
selecciones, a dónde vamos a llegar!! No estamos preparadas!!
¿Y el arbitraje?
Ha sido recientemente, en este año 2017 cuando por primera vez dos mujeres
ofician de árbitras en un mundial masculino!! Es que tampoco estamos
preparadas…
Y ni que hablar de
las altas esferas: puestos directivos institucionales, federaciones, clubes,
etc. Ahí no aparecemos. De toda la vida son los hombres los que saben dirigir
mejor, faltaría más!! Ellos saben mejor que nosotras lo que más nos conviene a
todos y a todas.
Pero las
animadoras seguiremos jugando a balonmano y luchando para que llegue la
igualdad efectiva. Ánimo chicas y arriba esos pompones!!
Carmen Irigoyen García ( @Cirigoyen13)
Aquí más sobre ella:
http://www.clubbalonmanomalaga.es/el-club/cuerpo-t%C3%A9cnico/